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Declaración Escuela de Trabajo Social UCM a propósito de la situación en nuestro país

A TODA LA COMUNIDAD:

Estamos siendo testigos de una crisis social y política, que no hace otra cosa que expresar el descontento, la frustración y el dolor de muchos ciudadanos que se han visto expuestos a una violencia sistemática, observando como vulneran sus derechos una y otra vez. Pero la respuesta ciudadana no es por la vía de la violencia, así lo demuestran los incansables esfuerzos por detener actos de vandalismo y delincuencia que realizan los propios vecinos en sus barrios, los que protestan en las marchas, los adultos mayores en distintos espacios públicos, entre otros.

Hace 10 años vimos como los jóvenes se manifestaron en un movimiento estudiantil, que puso en jaque la política educacional y también la estabilidad política, era descontento juvenil, pero también la respuesta de los jóvenes (los estudiantes) a su malestar por las condiciones de grandes endeudamientos para forjarse un mejor futuro. Ellos hoy son adultos, son los llamados hijos de la democracia, sin temor y con fuerza. Como dudar de su lucha digna si han sido quienes, no habiendo crecido en dictadura, como tantos de nosotros que hoy somos adultos, han recibido el daño a sus vidas por consecuencia sociales, políticas, económicas, morales de la degradación paulatina de nuestros principales poderes. La corrupción, consolidada hoy, la impotencia que genera en nosotros el abuso social para las personas mayores y sus pensiones que hacen imposible vivir sin la humillación de pedir que alguien se haga cargo de ellos. Un sistema laboral abusivo, con contratos indecentes y sueldos que no satisfacen las necesidades mínimas, cuyo sistema previsional privado, hoy se apropia de los fondos de sus afiliados; un sistema de salud vergonzoso, enfermar en Chile tiene para la mayoría dos caminos: la ruina económica o la muerte.

Como contraparte a las comunidades chilenas, a la sociedad civil observamos un Poder ejecutivo y legislativo incompetente de manera transversal, enfermaron a la población y hoy los tildan de “vándalos”. Como Trabajadores Sociales planteamos que no, el movimiento comunitario en Chile que hoy vemos, no es vandalismo, es cansancio, es agotamiento de las familias de ver pasar la vida donde unos pocos abusan de su poder político y económico y la mayoría trabaja y trabaja sin poder levantar la cabeza. La vida cotidiana se ha vuelto insostenible.

Como profesionales del Trabajo Social condenamos el ejercicio violento, en cada una de sus múltiples expresiones, y por lo mismo, hacemos un llamado a manifestarnos de forma pacífica, a hacer prevalecer el diálogo antes que cualquier otra vía. No obstante, este diálogo debe ser transformador, y para ello necesitamos encontrarnos en un Estado de Derecho, en que el fin último sea contribuir a la justicia social, para no continuar perpetuando la desigualdad extrema que ha caracterizado en estas últimas décadas a nuestro país.

El sistema político debe generar decisiones transformadoras, debe convocar al diálogo diverso, inclusivo, nadie puede ni debe quedar fuera de esta construcción de un Chile mejor, tenemos una tremenda oportunidad de realizar los cambios que chilenos y chilenas han estado exigiendo legítimamente, hace muchos años, lamentablemente, sin ser escuchados. Aquí no caben los colores políticos, esto es un problema del sistema completo, esto nos incumbe y nos hace responsables a todos y todas.

Igualmente manifestamos nuestra desazón y lamentamos, las palabras desafortunadas de nuestros gobernantes, no solo ahora, sino desde hace mucho tiempo: la vida social en el consultorio, levantarse más temprano, los bingos en los colegios, entre otros. Y nos oponemos rotundamente a la afirmación de que “estamos en guerra”. Esto no es una guerra, es una lucha por nuestros derechos, por detener los abusos, por un modelo de desarrollo que ha beneficiado solo a unos pocos y a otros los hace sobrevivir. A aquellas personas, las conocemos, como profesionales del Trabajo Social, vemos sus rostros y conocemos sus historias, vemos como las políticas económicas neoliberales han generado mayor desigualdad en sus vidas, en su cotidianeidad.

Nuestro compromiso es transitar hacia una sociedad donde primen valores como la dignidad humana y la justicia social, y ese camino debemos transitarlo junto a la diversidad de comunidades y organizaciones sociales de nuestro país, además de una validación y reconocimiento a ese otro que no puede hablar pero que día a día se expresa para decirnos basta, nuestro medioambiente, al que no solo debemos cuidar sino también reconocer como otro válido.

Proponemos:

a. Que asumamos con claridad que la comunidad chilena, ha puesto en jaque lo que no hicieron los representantes de nuestros poderes, la soberbia los consumió. El tema que proponemos, es generar diálogo para problematizar este Modelo Económico desgastado y abusivo.

b. Un diálogo interdisciplinar que sea escuchado por la clase política de la región/país y que sea orientador, también desde el mundo académico nos sentimos excluidos de las decisiones importantes del país, la investigación se considera poco o nada para la política pública, la meritocracia es motivo de exclusión, ya que actualmente priman los intereses individuales, políticos y económicos en ese quehacer.

c. Un Diálogo Político entre profesionales, queremos participar, pero poner nuestra voluntad en conversaciones con sentido. Pensar como seguir aprovechándose de las personas, NO, ya hay muchos en eso.

Como Escuela de Trabajo Social de la UCM, nos ponemos al servicio de un Plan de Trabajo orientador, engrandecido, aportador y transformador. Lo de este último tiempo en el país, no nos hace sentido, pero si el encuentro razonable, humanizado, colaborativo, sin competencias y sin descalificaciones al que mira distinto. De esa forma nos manifestamos, con responsabilidad, conocimiento y haciéndonos eco de nuestro principal mandato ético como Trabajadores Sociales de Chile, cual es poner en el centro de nuestro hacer al Ser humano, que piensa, siente, le duele y legítimamente quiere una vida mejor.  NO ES GUERRA…ES DIGNIDAD.

 

Académicos Escuela Trabajo Social Universidad Católica del Maule

 

Alejandra Alcaíno Padilla

Juan Pablo Ávila Cadenas

Irma Carrasco Tapia

Ana Castro Ríos

Pilar Muñoz Figueroa

Lizbeth Núñez Carrasco

María Gladys Olivo Viana

Patricio Oliva Lagos

América Opazo Soto

Marcelo Piña Moran

Nélida Ramírez Naranjo

Gabriela Fuenzalida Fuenzalida

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